Izquierda Unida ha presentado una iniciativa que espera que se pueda debatir en el Parlamento a partir de mayo de 2019. Se trata de la Ley de Alimentación, Producción y Consumo Sostenible que “pretende, entre sus principales objetivos, fomentar las cooperativas de productores, acabar con el despilfarro y etiquetar en braille”.
El candidato de IU a la Presidencia de Cantabria, Israel Ruiz Salmón, ha dado a conocer las líneas de esta Ley “tan necesaria para la comunidad” y que dará respuesta a los sectores productivos y al ámbito familiar y local ligados a la alimentación.
En rueda de prensa, el cabeza de lista de IU ha explicado la importancia de las cooperativas agrícolas, ganaderas o pesqueras como “instrumento de democratización” en las relaciones laborales, “siendo los pequeños productores y trabajadores los sujetos activos en la dinamización de nuestra economía”.
En este sentido, Ruiz Salmón ha destacado el impulso que, a juicio de IU, debiera recibir la industria agroalimentaria de la comunidad “por su alto valor añadido” y que en la actualidad representa en torno al 5% del PIB autonómico y emplea a más de 6.000 personas, en su mayoría trabajando en empresas familiares y de pequeño tamaño.
Así, el cabeza de lista de IU ha planteado reforzar el sector para que todos los eslabones de la cadena en el sector -producción primaria, transformación, transporte y distribución- se realicen dentro de la comunidad, contribuyendo a que “Cantabria sea quien lleve las riendas de su propia economía”.
Para Ruiz Salmón esta Ley permitirá profundizar en el objetivo marcado por su formación y por un creciente sector de la población en el ‘Kilómetro cero’, esto es, la producción y consumo de productos locales con el fin de aumentar la calidad de los alimentos y reducir los costes económicos y las emisiones contaminantes.
Para conseguirlo, además de la apuesta por el cooperativismo, desde IU defienden la necesidad de crear un mercado laboral descentralizado, que en el caso de la alimentación refuerce las ferias y eventos gastronómicos de las comarcas y los pueblos de Cantabria.
Asimismo, el portavoz de IU pretende impulsar con esta Ley que los productores cántabros cuenten con más sellos de calidad entre los productos de la tierra y que hasta ahora, tal y como consta en la Oficina de Calidad Alimentaria, sólo existen cuatro DOP (Denominación de Origen protegida) y cuatro IGP (Indicación Geográfica protegida), aparte de figuras más genéricas como ‘Productos con certificación ecológica’, ‘Calidad controlada’, ‘Alimentos de Cantabria’ y ‘Producto de Montaña’.
Además, “y dando respuesta a la sociedad plural en que vivimos hoy”, desde IU defienden el etiquetado en braille de los productos alimenticios, tal y como se hace con los medicamentos.
“La autonomía de las personas ciegas sigue estando limitada en el momento en que van a hacer la compra y por ello hemos de dar un paso más reduciendo barreras y democratizando cualquier espacio y ámbito de la vida”, añadía.
En este asunto, IU propone establecer un calendario consensuado para la inclusión del braille en el etiquetado con todas las partes implicadas de cara a poder responder “de forma idónea”. “Somos conscientes del beneficio social que esta medida tiene y también de las dificultades para adaptar la producción en las empresas, por ello es necesario ponernos de acuerdo”, añadía Israel Ruiz Salmón.
NI DESCARTES NI DESPERDICIOS
Otra de las inquietudes que contempla la propuesta legislativa de IU es la reducción “paulatina y responsable” de los residuos dentro del sector, así como la formación en buenas prácticas de producción y consumo, tanto en hogares como en centros de trabajo o la administración pública.
Así, en colaboración con los distintos agentes implicados y dentro de las competencias propias de la comunidad, abordarán asuntos de actualidad como los descartes en la pesca, la minimización de plásticos o el reciclado a través de sistemas de depósito en supermercados.
Según relata Ruiz Salmón “el descarte en pesca consiste en devolver al mar las capturas no deseadas, vivas o no, por no alcanzar la talla mínima o porque el pescador no dispone de cuotas para una especie”, algo que la UE ha regulado para que todo lo capturado sea obligatoriamente desembarcado en puerto (según la especie, esta norma está siendo implantada en el período 2015-2020).
La normativa indica que los descartes no podrían usarse para consumo humano pero sí para la producción de pienso de animales, aditivos alimentarios, cosméticos, fármacos o harinas y aceites de pescado.
“Por un lado se reducen desperdicios y por el otro se abre la oportunidad de nuevas actividades económicas en todo el mundo, también en Cantabria que puede aprovechar su posición para reindustrializar sus comarcas con esta producción”.
Por otro lado, el candidato de IU explicaba que la reducción de plásticos “es imprescindible” en un mundo con reservas de petróleo finitas y cuya producción emite importantes cantidades de contaminantes.
Por ello, pone como ejemplo las compras en supermercados “donde vemos a menudo frutas o legumbres totalmente cubiertas por plásticos sin necesidad real”.
Dentro de los supermercados pero no sólo, IU también contempla la implantación del Sistema de Depósito, Devolución y Retorno (SDDR), para la devolución de latas, botellas y bricks a cambio de unos pocos céntimos, ampliamente implantado en otras partes del mundo, como Alemania o Bélgica y que recientemente se ha aprobado en Navarra.
“Con esta medida, más ligada al ámbito de la gestión de residuos pero importante en el sector agroalimentario dado el gran volumen de productos de consumo, ahondaremos en la responsabilidad colectiva de proteger el planeta produciendo y consumiendo de forma responsable”.
Por último, IU también quiere dar respuesta a los desperdicios alimenticios tanto en los supermercados como en los hogares, ya que “las familias también tenemos un importante papel que jugar”, por lo que la formación y las campañas de información también serán un eje de actuación.