Para IU Santander la proximidad de las elecciones ha hecho que rebrote la fiebre infográfica en el actual alcalde
El candidato de Izquierda Unida a la Alcaldía de Santander, Miguel Saro, se ha mostrado preocupado por el brote de ‘infografitis’ que sufre Íñigo de la Serna. “Es una enfermedad crónica que padece el edil, pero se ve que la cercanía de las elecciones ha hecho que se agudice esa dolencia estos días”, ironiza el líder de la formación de izquierdas. “Lleva ocho años presentando infografías a diestro y siniestro como si el Ayuntamiento tuviera dinero y no peligrosamente endeudado. Son ocurrencias puntuales que encima nos cuestan dinero a todos. La mayoría de estos proyectos, algunos tan locos como un ascensor panorámico en Peñacastillo, no se llevarán a cabo nunca pero resaltan un serio problema: el modelo de ciudad que propone Íñigo de la Serna no es el adecuado para Santander ni para sus ciudadanos, solamente para un par de constructoras. Se reforman plazas una y otra vez, aunque no lo necesiten o se proyectan viviendas de protección oficial con miles pisos vacios en la ciudad. Se despersonaliza la ciudad quitando sus lugares emblemáticos y sustituyéndolos por algo presuntamente moderno e impersonal”, indica Saro.
Según el candidato de IU el actual alcalde primero debería reconocer su enfermad para elaborar un buen diagnóstico de lo que realmente quieren los santanderinos. “Ante esta ‘infografitis’ aguda, el ‘médico’ De la Serna solamente ve ‘plataformitis’ en cuando alguien protesta porque no está de acuerda con un urbanismo especulador y sinsentido. Evidencias como los aparcamientos subterráneos que no venden sus plazas destapan estos tejemanejes. Creo que Santander necesita un cambio ya y probar algo nuevo”, afirma el líder de IU Santander.
Ese Santander infográfico contrasta con la ciudad real. Incluso el propio edificio del Ayuntamiento tiene problemas y los técnicos han alertado del peligro de que se desplome su tejado por los daños estructurales y de humedad que padece. “Como en los cuentos con lobo, aquí el urbanismo es feroz. Es capaz de quitar su vivienda a una anciana para construir un vial que no urgía y edifica y construye para los constructores, no para las personas. Las viviendas de protección oficial y las plazas de aparcamientos que pagamos todos no se venden a nadie pero se proyectan más y más sin atender una demanda real de los vecinos”, zanja Miguel Saro.