La asamblea de Izquierda Unida Besaya advierte al Ayuntamiento de Torrelavega que “no debe privatizarse un centro cuya finalidad es priorizar la atención social a los más desfavorecidos, externalizando un servicio y consintiendo que el beneficio económico prime sobre el bienestar social”.
La portavoz de IU en Torrelavega, Victoria Cedrún, ha declarado que “no podemos más que mostrar nuestra indignación y rechazo a las pretensiones del gobierno de Torrelavega”.
Desde la formación aseguran que “en contra de lo que defiende el equipo de gobierno, el cambio sólo va a acarrear una peor atención”. Izquierda Unida califica la medida de “injusta” porque traerá consigo un servicio “más deficiente” y desconfía, además, de que una entidad que tiene que ser eficaz socialmente esté sometida a una empresa, cuyo objetivo será obtener beneficios económicos.
En vez de una externalización, pide que se dote al departamento de los trabajadores que le hacen falta y que se invierta más en la atención social a los usuarios del lugar. Así, apuntan a que la privatización “saldrá más cará y el servicio será peor, ya que el principal interés de la empresa será el lucro creciente cuando van más y más usuarios, en lugar de solucionar los problemas de las personas que requieran de los Servicios Sociales, que debe ser respondido por el Ayuntamiento; defendemos que siga siendo un servicio 100% público”.
Además, añaden que el planteamiento del equipo de gobierno está “lejos de la ciudadanía que apuesta por la solidaridad y la progresividad”. “Los sectores más vulnerables deben ser atendidos para poder lograr una mejor calidad de vida en nuestro municipio, no debemos desatendernos de ellos”, continúa.
“Son servicios que garantizan que los usuarios tengan dignidad”, ha señalado Cedrún, al tiempo que ha indicado que “en el centro también deberían impartirse talleres sobre cuestiones que permitan a los usuarios la reinserción social a medio o largo plazo para que puedan tener vidas autónomas”.
“Quienes hoy gobiernan Torrelavega debieran salir de esa burbuja y palpar la realidad de la calle, la que no sale en fotos, ni inauguraciones ni en proyectos turísticos de dudosa viabilidad e interés vecinal”, sentencian desde la Asamblea.