Izquierda Unida denuncia el incumplimiento de los acuerdos de recolocación de los trabajadores de AZSA (Asturiana de Zinc SA), la antigua mina de Reocín.

Tal y como recuerda Guillermo Moral, secretario de Organización de Izquierda Unida en Torrelavega, en 2003, cuando se produjo el cierre de las instalaciones, el Gobierno de Cantabria se comprometió a recolocar a los trabajadores en el Parque Empresarial Besaya, levantado sobre lo que fue la antigua mina.

En concreto, ese acuerdo se firmó el 15 de febrero de 2002 entre la empresa AZSA y las empresas públicas SODERCAN (responsable de las políticas industriales) y SICAN (que gestiona el suelo industrial en la comunidad autónoma), siendo presidente José Joaquín Martínez Sieso, del Partido Popular, y vicepresidente Miguel Ángel Revilla, hoy al frente del Ejecutivo cántabro.

Sin embargo, pese a que empresas como Haulotte, la planta de biomasa de Armando Álvarez o MARE se instalaron allí y contrataron personal, lamenta IU, “en ningún momento se llamó a los trabajadores en paro en las empresas que fueron llegando”, y eso a pesar de que así se les recordó desde la formación de izquierdas en Torrelavega.

En un comunicado, IU critica esta “falta de respeto” de los sucesivos gobiernos de Cantabria (bien del PP-PRC, o los siguientes, el PRC-PSOE, el del PP de Ignacio Diego o el actual, nuevamente PRC-PSOE, ahora con el apoyo de Ciudadanos) a los trabajadores, tras incidir en que en las negociaciones ante el cierre de la mina el Comité de Empresa consintió algunas cesiones a cambio de que se les “garantizara” la incorporación de la plantilla que quedaba sin empleo a nuevas empresas.

Izquierda unida hace especial hincapié en la figura de Revilla, a quien recuerdan que esos acuerdos se firmaron siendo él vicepresidente y ha podido “cumplir su palabra” a lo largo de los ocho años del primer Gobierno que presidió y en la actualidad. “Que deje de pasearse por los platos de Tv dando lecciones de honestidad y alardeando de que es fiel a su palabra y empiece a cumplir lo firmado”, aseveran.

DETERIORO DEL PATRIMONIO INDUSTRIAL

El acuerdo incluyó la venta de las instalaciones de la mina para la creación de un Museo Minero, del que señalan que “no se hace el más mínimo mantenimiento” de infraestructuras como el Caballete o Jaula, una pieza única del patrimonio industrial cántabro usada para el trabajo diario de la mina en un avanzado estado de deterioro y oxidación, mientras en otras naves se han producido hundimientos en los tejados.  Y sin que conste explicación alguna, han desaparecido de su ubicación originaria las máquinas del tren minero, que “parece ser” que fueron transportadas a un museo ferroviario.

“Pero no contentos con la falta de respeto hacia estos compañeros, desde el Gobierno Regional en su momento se cedió la utilización de las instalaciones de la Mina en Rocín para guardar la maquinaria que se empleó para la limpieza de las playa tras el desastre del Prestige por parte de MARE”, en una gestión que fue capitaneada por el actual ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, entonces en la Consejería de Medio Ambiente, y que llevó a pedir un crédito extraordinario para afrontar los gastos.

En consecuencia, desde Izquierda Unida piden al Gobierno de Cantabria y a su presidente Revilla “que se empiece a realizar el mantenimiento y conservación de lo que queda de las instalaciones de la antigua explotación minera así como la puesta en marcha de eses museo minero”, además de “que se recuperen las máquinas y demás útiles recolocándolo en su anterior ubicación”, ya que “sería otra forma de crear empleo”.

También reclaman que MARE deje de utilizar esas instalaciones al no haber realizado ningún tipo de mantenimiento y conservación.