Miguel Saro critica que el ayuntamiento abandone a su suerte a barrios como El Cabildo o El Prado de San Roque, para después fomentar operaciones urbanísticas que expulsan a sus habitantes
IU de Santander, a través de su portavoz, Miguel Saro, ha criticado que el Ayuntamiento haya abandonado a su suerte a cientos de vecinos en varios barrios de Santander como EL Cabildo y El Prado San Roque, En este último barrio, se amontonan cientos de ratas en muchas zonas sin limpieza, mientras el ayuntamiento pretende realizar un lavado de cara con el ensanche de la calle Tantín.
Saro recuerda que el equipo de gobierno municipal sólo se mueve cuando le incita a hacerlo algún proyecto privado y para defender sus intereses, olvidándose el resto del tiempo de los habitantes d la ciudad, como ha demostrado en la zona de San Martín.
El portavoz de IU Santander reprocha al alcalde pasadas inversiones en infraestructuras innecesarias como parkings sin coches, “mientras la mayor parte del presupuesto municipal se destina a garantizar los beneficios de empresas concesionarias de servicios públicos privatizados, como el servicio de aguas municipal”.
Saro ha recordado que el único objetivo presupuestario del ayuntamiento es enjugar la tremenda deuda municipal
Saro también critica la falta de inversiones y de zonas verdes en la calle Monte y Juan XXIII, que lo han convertido en un parking para no residentes dentro del centro
Desde IU también se ha criticado que el alcalde haya abandonado el proyecto de zona verde en la calle Monte que “vendió” a sus vecinos hace años, en el viejo solar abandonado entre los números 9 y 11. Frente a eso, afirma Saro, “se han creado nuevas plazas de aparcamiento que sus vecinos no necesitan y que atraen a la zona a muchos no residentes expulsados por la OLA en el centro”.
Además, se han estrechado las aceras conservando un firme resbaladizo, limitando su uso por personas, y en especial por personas con movilidad reducida.
“El alcalde crea una ciudad difícilmente habitable en sus barrios, mientras embellece la fachada de la ciudad que se ve por los pasajeros de los Ferries”.
Saro concluye que “Esta es la realidad de Santander, una ciudad que expulsa a sus pobladores, y cuyos habitantes pierden calidad de vida cada día”.