Izquierda Unida de Cantabria pide al Gobierno autonómico que dediquen mayor atención y vigilancia a la conservación y promoción del patrimonio histórico e industrial de la comunidad.
Desde IU hacen balance sobre la situación en la que se encuentran numerosos edificios a raíz de las pintadas perpetradas en las fachadas de la colegiata de Santa Juliana, en Santillana del Mar, declarada Monumento Nacional.
En este sentido, Sergio Tamayo, responsable de Convergencia Política y Social de la formación, quiere dejar claro que “ninguna crítica o protesta, por muy legítima que sea, justifica que se atente contra el patrimonio de todos los cántabros”.
Además, señala que “el maltrato al patrimonio puede ser directo y notorio como este caso de vandalismo pero también puede ser (y de hecho es) constante y silencioso desde las instituciones que no prestan el suficiente cuidado a los bienes patrimoniales y muestran una pasividad decepcionante”.
Desde la formación consideran que existe dejadez en la atención al patrimonio, no sólo en su mantenimiento y conservación, sino en su promoción y difusión, así como en su explotación “como eje cultural sobre el que pivotar políticas de carácter educativo o turístico”, y destacan que la “desatención” está extendida en todo el territorio.
Tamayo pone varios ejemplos. Así, lamenta “la desgana” de tantos años y de tantos gobiernos ante el estado ruinoso en que se presentan casos como el palacio de Chiloeches en Santoña, (BIC desde 1972), el palacio de Los Acebedo en Hoznayo (BIC desde 1979) o la Antigua fábrica Montañesa Textil, en La Cavada (cuya plantilla estaba conformada mayoritariamente por mujeres obreras del mundo rural, pioneras en la comarca en el acceso al trabajo remunerado).
En este sentido, reconoce que en el caso del palacio de Los Acebedo se están realizando algunas obras pero no hay mayor información sobre “el después” por lo que anima a no eludir el debate sobre el “qué hacer”, donde IU se muestra clara en la recuperación de dichos espacios, con el doble objetivo de conservar el patrimonio material y crear actividad económica en torno a la cultura y la historia de Cantabria.
Por otro lado, desde la formación “exigen” al Gobierno que haga cumplir la ley para que el palacio y castillo de Ocharan en Castro (BIC desde 1985), propiedad privada, se abran al público las horas estipuladas.
El 18 de marzo, sábado, está previsto una concentración en defensa del palacio de Chiloeches. Desde Izquierda Unida muestran su apoyo a esta lucha, pendiente de planes que impedirían su conservación y abrirían la puerta a un convenio urbanístico que ya ha llegado a manos de la Fiscalía.
Asimismo, se muestran sorprendidos de que el palacio de Cortiguera, edificio único por su estilo montañés con influencias mozárabes, situado en pleno centro de Santander, no tenga un uso definido y recuerdan que en 2010, Íñigo de la Serna, actual ministro de Fomento y entonces alcalde de Santander, “urgió al gobierno de Zapatero que lo rehabilitara y se lo cediera a la ciudad después pero tras la llegada de Rajoy esa insistencia se volatilizó”.
Izquierda Unida asevera que los edificios históricos conforman un patrimonio “cultural, colectivo y público” que “atesora” la identidad de Cantabria, por lo que debe luchar por mantenerse frente al abandono o la especulación, al igual que otros patrimonios de todos los cántabros como el natural o el lingüístico.