Izquierda Unida de Cantabria ha pedido al Gobierno autonómico que deje de fiar su política laboral “al eterno gran proyecto que nunca llega” y se “tome en serio de una vez” las “debilidades” del mercado de trabajo cántabro, marcado por la precariedad y la temporalidad.
Así lo asegura Miguel Saro, responsable de Política Institucional de la formación de izquierdas tras conocerse los datos del paro del mes de marzo, en los que se constata un descenso de 1.267 personas, un 2,67%.
Unos datos que al ser un descenso son positivos, pero de los que Izquierda Unida Cantabria advierte de que no se pueden obviar las debilidades del mercado de trabajo en la comunidad: una estacionalidad, temporalidad y precariedad que, “si no se remedian, van camino de ser estructurales”.
Izquierda Unida subraya que lo que confirman estos datos es que el mercado laboral cántabro se “desangra” como lo hace el de todo el país, ya que el 90% de los contratos firmados en todo el Estado son temporales, siendo sólo el 10% indefinidos o convertidos en indefinidos, y de muy poca duración (más del 40% de los contratos indefinidos son parciales o fijos discontinuos), con lo que se consagra un modelo de mercado de trabajo de “precariedad para todos”, como prueban los distintos conflictos laborales de los últimos días en los que se refleja que la “supuesta” salida de la crisis ha sido “a costa de las condiciones y derechos de los trabajadores”.
En un comunicado, Miguel Saro lamenta la “pasividad” del Gobierno de Miguel Ángel Revilla, quien tras “entregarse con alegría a los excesos de la burbuja del ladrillo”, sigue fiando toda su política a un “gran proyecto que lo cambie todo”.
“En su día fue GFB o el Puerto de Laredo, ahora es la mina de zinc de Reocín y el Año Lebaniego”, aseveraba Saro, quien incidía en que “los cántabros no nos podemos permitir más mesas de trabajo y más tormentas de ideas, porque llevamos años en medio de una galerna para la economía de Cantabria que parece que no despeja nunca”.