Somos una agrupación de reciente creación en la que nos aglutinamos personas de estos pueblos, con la idea de aportar todo lo posible y en la medida de nuestras posibilidades en la construcción de una organización democrática, en la que la opinión de cada uno cuenta. Una organización de personas que queremos cambiar esta sociedad a todas luces injusta, en la que a cada vez más trabajadores se les condena a la pobreza (2,38 millones de parados durante más de dos años, 740.000 hogares sin ningún tipo ingreso según la EPA), en la que nos culpabilizan constantemente de sufrir el paro porque “no lo buscamos suficientemente”, de la misma manera que antes se nos culpabilizaba a los jóvenes por no poder comprar una casa porque, nos decían, “se está muy bien en casa de los papis”, y ahora, de haberla comprado, porque, dicen, “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”.
Son los que han gestionado el país, y la gran banca y los grandes empresarios, la clase dirigente, los culpables, los que sí que han vivido por encima de nuestras posibilidades, son esa clase de personas las que más beneficio han sacado de la crisis (en España desde el 2006 según Cáritas: “los ingresos de la población con rentas más bajas han caído cerca de un 5% en términos reales cada año, y el crecimiento correspondiente a los hogares más ricos ha sido el mayor de toda la población, el rasgo más preocupante de la evolución de la renta en la crisis es el aumento sin precedentes de la desigualdad en su distribución”. Y a nivel mundial: 0.7% de la población mundial posee el 41% de la riqueza, mientras el 68.7% posee tan sólo el 3%). Es necesario un cambio ya, porque dinero sí que hay, pero solo para unos pocos, mientras que la mayoría sufrimos sus condiciones.
Desde IU Trasmiera queremos cambiar la situación partiendo desde lo local, y contribuyendo al cambio global.
Es urgente organizarse para empezar a cambiar esta estafa de crisis, organizarse para que la riqueza que nosotros mismos producimos sea democráticamente gestionada en favor de las necesidades de la mayoría, no de los ricos gestores a costa de nuestro trabajo.