Izquierda Unida de Cantabria recuerda a Liberbank, el banco en el que se integra la antigua Caja Cantabria, que “su salvación fue posible gracias al dinero público” y por tanto, exige al banco el cese del hostigamiento tanto a trabajadores como a consumidores.
En un comunicado, Miguel Saro, responsable de política institucional de la formación, se refiere al reciente anuncio de un nuevo Expediente de Regulación de Empleo de esta entidad financiera “rescatada con dinero público”.
En concreto, el nuevo ERE recoge bajas voluntarias para 525 personas, reducciones de jornada y movilidad geográfica y afectará a la totalidad de los centros de trabajo.
Desde Izquierda Unida recriminan a Liberbank su “desprecio” al funcionamiento del día a día en la que todavía sigue siendo la entidad financiera con más arraigo en la comunidad cántabra.
Así, critican el cierre de oficinas, en especial del medio rural, así como la “reincidencia” en la supresión de personal que atiende en las que continúan abiertas. “Caja Cantabria es, por su arraigo, el banco que más hipotecas y más ahorros de los cántabros concentra, y, por tanto, es el responsable de la mayoría de los desahucios, de la mayoría de las cláusulas suelo y de la mayoría de las participaciones preferentes”, sentencia.
Al respecto, inciden en que “por mucho que ahora sea una entidad privada, Liberbank sigue teniendo un componente público”, ya que “no estaría donde está ahora si no fuera por tantos años de inversión pública y apoyo de las instituciones cántabras”.
“Pero es que además, la antigua Caja Cantabria ha sido rescatada con dinero público que permitió su salvación a cambio de recortes, consecuencia del rescate al sector financiero español”, añade Miguel Saro, quien hace hincapié en que a esto hay que sumar que “las malas prácticas de Liberbank con las hipotecas y en las preferentes, lo cual ha supuesto mucho dinero y sufrimiento a los cántabros”.