- IU pretende recuperar el consenso de la Mesa del Lobo que rompió el Gobierno.
- La formación política considera que el lobo debe ser especie no cinegética.
Izquierda Unida en Cantabria ha registrado esta mañana ocho alegaciones al Plan de Gestión del Lobo con el objetivo de recuperar el consenso de la Mesa del Lobo “que rompió” el Gobierno en 2017.
La formación política solicita a la Dirección General de Medio Natural del Gobierno de Cantabria que admita las alegaciones presentadas para que “el documento garantice realmente el buen estado de conservación del lobo en Cantabria de forma compatible con el mantenimiento y la rentabilidad de la ganadería extensiva”.
El candidato de Izquierda Unida a la presidencia del Gobierno de Cantabria, Israel Ruiz Salmón, ha declarado que “la voluntad” de su formación es contribuir para recuperar “los grandes avances y acuerdos” de la Mesa del Lobo entre las partes implicadas –ganaderos, conservacionistas y Administración, entre otros- y que “el desarrollo de la economía local y rural y la conservación del medio y los ecosistemas sean totalmente compatibles”.
Así, las alegaciones de IU en Cantabria al Plan de Gestión del Lobo están relacionadas con “la conservación del hábitat, los requisitos y las obligaciones de los ganaderos, la conservación de la especie así como su seguimiento, el control de la población, la mesa del lobo, el lobo como aliciente económico y otras deficiencias”.
El candidato de IU ha explicado uno de los alegatos que consiste en que el nivel de conservación favorable no guarde relación con los perjuicios a particulares dado que se trata de “un fin puramente administrativo y en absoluto biológico” y apunta que “son las actividades humanas las que para ser sostenibles han de ser compatibles con la conservación de la naturaleza en general y no al revés”.
Por otro lado, Israel Ruiz Salmón considera que “se deben establecer criterios explícitos y medibles de manejo de ganado como uno de los pilares básicos del documento para minimizar el conflicto social por los ataques sobre la ganadería” dado que “se echan especialmente en falta – añade – los requisitos y las obligaciones concretas de los ganaderos en cuanto a medidas preventivas se refiere y las consecuencias de su incumplimiento”.
Es por eso que Izquierda Unida propone para proteger la actividad ganadera, diversas medidas preventivas como “vigilar, de manera más intensa los rebaños, reducir las áreas de pastoreo para el uso eficaz de perros mastines e instalar recintos para proteger a las vacas”.
Su portavoz, Ruiz Salmón, también critica que “el documento no detalla las soluciones que se pretenden aplicar a la mortalidad ilegal, el mayor problema al que se enfrenta la especie” y subraya que “es indispensable dotar de material y medios humanos adecuados al personal encargado de vigilar las actividades cinegéticas, limitar las autorizaciones y acotar su horario, de acuerdo a su jornada laboral, así como dar pasos serios y creíbles en la lucha contra los cebos envenenados”.
Para Izquierda Unida en Cantabria las medidas de gestión del lobo “deben prever el seguimiento periódico de las poblaciones, con información actualizada sobe la distribución, el tamaño y los problemas de conservación”.
Además, el candidato al Parlamento insiste en que “los controles poblacionales no pueden hacerlos personal ajeno a la Administración y han de realizarse exclusivamente sobre los ejemplares que provocan daños y no como medida de control poblacional”. “Es por eso – continúa – que desde Izquierda Unida en Cantabria consideremos que el lobo debe ser especie no cinegética”.
Desde el punto de vista económico, desde IU plantean “el uso turístico del lobo como aliciente y atractivo”, dado que, tal y como manifiesta, “este tipo de turismo beneficia a los habitantes rurales y urbanos al mismo tiempo y es muy favorable para la conservación de la especie y su entorno natural”.
Por último, Izquierda Unida en Cantabria apuesta por “estar en contacto real con representantes de estos sectores sociales y aceptar las propuestas razonables y consensuadas para reducir los conflictos y avanzar en convivencia”. Además, a su juicio “se debería establecer de forma clara y transparente una coordinación con el Estado, Portugal y Comunidades Autónomas limítrofes”.