El Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas ha recomendado repetidamente alejar a los niños de la participación en la tauromaquia, en cumplimiento a la Convención sobre los Derechos del Niño.

Diversos estudios han alertado de efectos psicológicos en los niños expuestos a esta violencia, como la “insensibilización”, o la “debilitación del sentido moral” que pueden llevar a la “imitación de comportamientos”.

Unidas por Santander (UxS) ha pedido al equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Santander que aleje a los niños y menores de edad del acceso a los espectáculos de “tortura taurina” en Santander, especialmente con la cercanía de la feria anunciada para este mes con motivo de las fiestas de Santiago.

“El Ayuntamiento tiene obligaciones claras en materia de protección de la infancia”, ha recordado el concejal de la coalición, Miguel Saro, que se basa en las recomendaciones que ha hecho repetidamente el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas.

La ONU llevó a cabo esta recomendación en 2018, en una revisión del cumplimiento de la Convención sobre los Derechos del Niño, ratificada por España, con el fin de “prevenir los efectos dañinos de la tauromaquia en los niños”.

Asimismo, Saro se ha hecho eco de diversos estudios que muestran los “perversos efectos sobre la psicología infantil que supone el ver cómo se tortura un animal y se le provoca la muerte en forma de un espectáculo público”, y ha pedido que el equipo de Gobierno “desincentive la entrada de menores de edad”.

Durante los últimos años, se han publicado diversos estudios que analizan el efecto que se produce en los menores que son testigos de este tipo de espectáculos violentos. En su estudio ‘El procedimiento de la corrida: el punto de vista de un psicólogo de la educación’, el doctor Joël Lequesne ya afirmó en 2011 que entre los posibles efectos en los niños y niñas están la “perturbación del sentido de los valores”, la “habituación a la violencia través de la insensibilización” o la “debilitación del sentido moral” que pueden llevar a la “imitación de comportamientos”, ya que aprenden que “el sufrimiento de uno es la condición necesaria para el goce de los demás”.

Por este motivo, en los últimos años, diferentes gobiernos han tomado medidas en un sentido similar al indicado por este organismo de Naciones Unidas, como el caso de, Cataluña Islas Baleares, o Galicia, con una proposición no de ley aprobada en 2011 por unanimidad, incluido el grupo de gobierno del Partido Popular.

“Creo que deberían reflexionar sobre las políticas de fomento de la tortura animal en menores”, ha opinado el edil, especialmente tras haberse inaugurado recientemente una escuela taurina, dirigida tanto a mayores como a menores de edad. En esta escuela, pese a las declaraciones del Ayuntamiento, la propia directiva ha anunciado que, además del llamado “toreo de salón”, también pondrán en práctica el toreo con reses bravas de diversas ganaderías.

Todo ello se debatirá en una moción que Unidas por Santander ha presentado para el pleno de este mes, en la que Saro también apela al Gobierno de Cantabria, para pedirles que que legislen, “en el ámbito de sus competencias y sus obligaciones legales”, sobre limitaciones en la edad para el acceso a espectáculos de tortura taurina.

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Miguel Saro, concejal de Unidas por Santander: