El concejal de la coalición, Miguel Saro, considera que el equipo de Gobierno abusa del instrumento de Inversiones Financieramente Sostenibles, que impide la participación y crea desigualdad en la inversión entre los barrios de la ciudad
El edil también presenta una moción para retirar el nombre a la plaza Juan Carlos I
27 de julio de 2020
El concejal de Unidas por Santander, Miguel Saro, ha planteado la elaboración de un plan de inversiones para Santander con un cronograma para los próximos tres años. Lo ha hecho a través de una moción que presentará en el pleno municipal del próximo 30 de julio, en la que pide que este plan se presente a los Consejos de Distrito y se debate en un pleno extraordinario que se dedique únicamente a este punto.
En Santander, el grado de cumplimiento de las partidas contempladas anualmente en los presupuestos para inversión “es muy bajo”, según lamenta el concejal de la coalición, Miguel Saro, que, además, resalta que estos cumplimientos aumentan, de forma excepcional, los años de elecciones. Por ejemplo, en 2014 llegaron a cumplirse inversiones reconocidas en algo más de 13 millones de euros; cifra que aumentó hasta los 19 millones en 2015 y que volvió a bajar a los 10 millones en 2016.
Saro denuncia que estas inversiones suelen sustituirse en gran medida por el uso del instrumento de Inversiones Financieramente Sostenibles (IFS) en cada ejercicio, el cual se obtiene del superávit presupuestario, pese a que está considerado un “método excepcional de gasto” que debería usarse en un “catálogo limitado y cuyo destino debe presentase como imprevisible y que no pueda demorarse en el tiempo”.
Además, la ejecución real “es siempre inferior a la presupuestada, debido a las limitaciones impuestas por ese sistema, hasta el punto de que el grado de inejecución de inversiones reales en 2019 es de un 62,8%”, critica Saro.
El uso de este instrumento “impide el debate público sobre la oportunidad de dichas inversiones”
“El abuso en el uso de este ‘truco’ que relaja en cierta medida las restricciones de gasto que pesan sobre las administraciones y, en mayor medida, sobre los ayuntamientos de entre todas estas, es una herramienta a excepcional que no puede convertirse en el principal método de gasto público inversor para los ayuntamientos”, ha criticado Saro.
Y es que su uso de forma habitual “impide el debate público sobre la oportunidad de dichas inversiones”, ya que, dada su propia excepcionalidad, el expediente suele estar dotado de una memoria justificativa.
“Como consecuencia de esta forma de actuar, en Santander venimos asistiendo históricamente a un desfile de proyectos de inversión que no han sido debatidos por los ciudadanos ni conocidos por los grupos municipales de la oposición, y cuyo coste es en muchas ocasiones superior al previsto inicialmente”, critica Saro, que también recalca el “considerable desequilibrio a la hora de actuar en las zonas de la ciudad”.
“La idea es fijar los objetivos e intereses generales se persiguen en cada proyecto y en cada zona de la ciudad y que esto se haga consultando a los Consejos de Distrito Municipales, para darles la utilidad que merecen, así como contando con los grupos municipales y con distintos sectores productivos de la ciudad”, ha explicado Saro.
Moción para quitarle el nombre a la Plaza de Juan Carlos I
Además, Unidas por Santander (UxS) pedirá que se inicie un expediente para cambiar la denominación de la actual Plaza de Juan Carlos I en el callejero de Santander y volver a renombrarla como la ‘Plaza del Reenganche’.
Todo, debido al “descrédito” del anterior Jefe del Estado, con la revelación de una serie de hechos por parte su supuesta testaferro que, de ser ciertos, supondrían la comisión de delitos muy graves y que han propiciado la apertura de investigaciones por parte de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, en colaboración con la justicia suiza.
Las acusaciones más recientes hablan de una cuenta del exmonarca en la que escondió importantes sumas al fisco español y que incluía diversas donaciones de gobiernos de países árabes, entre otras, una especialmente cuantiosa de 100 millones de dólares (65 millones de euros) donados al monarca por la casa real de Arabia Saudí.
Según el actual Reglamento de Honores y Distinciones municipal, no se permite otorgar nombres de valles o plazas a personas vivas, por lo que Saro cree que “es de justicia” aplicar este criterio al nombre de una persona no solo viva, sino alguien que se ha aprovechado “de forma deshonesta de las enormes prerrogativas y privilegios que el ordenamiento jurídico le ha otorgado”. Podríamos tener un pequeño gesto de dignidad para no relacionar a Santander con tan dañino personaje”, defiende el edil.
[Audio]
Miguel Saro, concejal de Unidas por Santander: