Fernando Agúndez será el candidato de Izquierda Unida a la Alcaldía de Camargo, con un programa basado en la apuesta por la adaptación a tendencias urbanísticas más sostenibles y en la recuperación para lo público de servicios municipales en manos de empresa, derivando las partidas que se ahorran a la mejora del mantenimiento de los centros educativos y buscando fórmulas como las comunidades energéticas locales para afrontar los problemas derivados del cambio climático y la factura de la luz.
Agúndez es licenciado en Derecho y funcionario, un técnico jurídico que ha trabajado en áreas como educación, sanidad, empleo, patrimonio cultural y, en la actualidad, ordenación del territorio.
De hecho, uno de los principales objetivos que se marcará la formación de izquierdas es la mejora de la calidad de vida de los vecinos de Camargo, lamentando que el municipio se esté quedando “obsoleto” en algunas tendencias actuales en relación con el territorio, como la movilidad sostenible, la accesibilidad de los servicios o la integración del medio urbano y rural.
Además, advierten de cómo el Plan General de Ordenación Urbana tiene una “orientación expansiva hacia un crecimiento desmedido de vivienda”, que quieren “revertir” en favor de un municipio dotado de un auténtico anillo verde y una ubicación adecuada de usos productivos que den prioridad al empleo de los recursos propios de Camargo.
Otra de las prioridades se centrará en los servicios públicos, en la recuperación para lo público a través de una gestión directa que, según recalcan, “como está demostrado en otros Ayuntamientos, genera ahorros importantes que se derivarían a atender necesidades de servicios sociales y empleo”.
Al asumir la gestión directa, explica el candidato, el Ayuntamiento puede integrar el servicio en sentido estricto en políticas más amplias, como es el caso de la gestión de residuos y la limpieza viaria en un Plan de Economía Circular, que servirá para integrar progresivamente acciones y medidas en múltiples ámbitos interrelacionados como la planificación urbanística, la energía, el transporte o la edificación.
Una de esas medidas consistirá en promoverla creación de una Comunidad Energética Local de energías renovables, para hacer frente a los problemas derivados del cambio climático y el aumento de la factura de la luz.
Respecto a Educación, alertan de “necesidades urgentes” de mantenimiento y mejora de centros competencia del Ayuntamiento. Para evitar que se consoliden en el tiempo es preciso disponer de un Consejo Escolar Municipal operativo, así como una dotación mínima en los presupuestos, que se nutriría en parte precisamente de los ahorros derivados de la gestión directa de servicios y de una mayor eficiencia energética en edificios administrativos.
En materia de Vivienda consideran que la política municipal debe comprender desde la iniciativa pública de vivienda, el fomento del alquiler, sobre todo de vivienda vacía, y medidas fiscales.
Respecto del área de Cultura, indican que es preciso renovar la oferta municipal y garantizar la implicación en la prestación de servicios, como es la Escuela Municipal de Música.
En toda la gestión, reivindican la importancia de la participación ciudadana, con apuestas como los presupuestos participativos, partiendo de la experiencia que se tiene en ayuntamientos gobernados por IU en los que ya se aplica.
En esa línea de favorecer la participación, proponen crear un Consejo de Mayores que sirva para transmitir sus necesidades en materia de prestaciones, centros de atención y residencias, entre otras.