– Izquierda Unida y Podemos de Camargo consideran que el acto de presentación del “proyecto de cubrimiento de vías en Maliaño” fue más una consecuencia de la fiebre electoral que del respeto al interés general, no preocupándose “ni siquiera de dar la palabra a las personas asistentes, a quienes nos dejó una sensación de incertidumbre sobre el futuro de lo presentado”.
En opinión del candidato a la Alcaldía, Fernando Agúndez, “proyectos de esta dimensión económica, ambiental y social exigen un debate público sosegado y verdaderamente participativo, en el que se expliquen las razones por las que se ha pasado de un proyecto de integración ferroviaria de unos 700 metros (proyecto de 2010), a un mero cubrimiento de vías de 250 metros, dejándose fuera la tradicional reivindicación del vecindario de romper no sólo la barrera de las vías de RENFE, sino también las de FEVE mediante la integración de ambas y dando, con ello, solución a los problemas de comunicación del casco urbano”.
Para Agúndez, el cierre de esta “cicatriz” no afectará “a buena parte de vecinos y vecinas del centro, como por ejemplo los la calle Norte y de otras zonas aisladas, caso de La Cerrada, la calle de Alday o la avenida Cantabria que, de esta forma, quedarán condenadas al aislamiento. Y para mayor escarnio, no se eliminarán los pasadizos subterráneos como puntos negros de seguridad desde la perspectiva del urbanismo de género”.
En su lugar, se opta por “una obra de ingeniería del hormigón que une zonas del casco con menor tránsito que las mencionadas”, decisión que, cuando menos, “debería ser sometida a consulta y planteando distintas alternativas, como exige la evaluación ambiental”.
Por su parte, Ricardo Amigo, portavoz de Podemos, asegura que esta obra perjudicará seriamente al resto del núcleo urbano que no está incluido en el proyecto, por los posibles impactos en términos de circulación, ruido y contaminación.
Amigo recuerda que su partido ya pidió una exposición pública con debate abierto en 2017 sobre estas obras, habiéndose comprometido la alcaldesa públicamente a realizarlo en cuanto tuviera el visto bueno de ADIF. Le recuerda también su compromiso público de no abandonar el proyecto de soterramiento que parece que no va a cumplir, dada la información del día 30 de marzo en la Vidriera.
Esta demanda popular de hace décadas, desgraciadamente se convertirá en un espejismo electoral, que tendrá grandes perjuicios para un sector de la población y escasos beneficios para el resto.
En tanto se define el proyecto, ambas organizaciones defienden “una planificación urbanística y de movilidad en la que se integre ese proyecto en su caso, para atender aspectos pendientes durante décadas y no abordados en el mismo.
“Consideramos urgente pacificar el tráfico del casco urbano, ganar espacio para peatones y ciclistas dotándolo de servicios como urinarios públicos, ensanchar aceras y mejorar la accesibilidad urbana, avanzar hacia la intermodalidad del transporte público, diseñar caminos escolares y laborales seguros, garantizar el aparcamiento a residentes y, por supuesto, resolver el problema de las basuras, para lo que proponemos asumir la concesión directa del servicio”, sentencian.