Mercedes Boix, candidata a la Presidencia del Gobierno de Cantabria, denuncia que el modelo urbanístico de los anteriores gobiernos y propone un cambio radical basado en la rehabilitación de viviendas y en la regeneración de los espacios ya construidos. En el medio rural propone medidas que fomenten el arraigo para combatir la despoblación que padece gran parte del territorio de la comunidad autónoma.
Izquierda Unida denuncia que la situación en materia de política territorial en Cantabria es grave y los efectos de la política del PP, PRC y PSOE han sido muy graves. “Tenemos una enorme cantidad de infraestructuras e inmuebles sin que esto signifique que no haya un problema de acceso a la vivienda, sino todo lo contrario.”
Para Boix los efectos perversos del urbanismo depredador y la falta de política territorial en Cantabria se han dejado sentir en el paisaje y el medio ambiente, pero también ha tenido consecuencias económicas y sociales graves, como en el caso de los derribos, problema creado fundamentalmente por alcaldes del Partido Popular y agudizado por dos Leyes aprobadas con la conformidad del PRC y del PSOE, que no han acarreado consecuencias políticas, ni penales. “Desgraciadamente todos tienen mucho que esconder y al ser parte del problema, no pueden ser parte de la solución.”
Desde la formación plantean que la salida pasa únicamente por un cambio radical de modelo, diversificando la estructura productiva y convirtiendo la igualdad, el equilibrio territorial y el medio ambiente en el motor del desarrollo. “El urbanismo que nosotros proponemos se centra en el entorno ya construido, a través de la rehabilitación de viviendas y la renovación y regeneración urbana integrales, con participación de los vecinos de los barrios afectados, para evitar procesos de expulsión de población de bajas rentas, como ocurre en el Prado de San Roque de Santander.”
La candidata defiende que la creación de la nueva ciudad deberá ajustarse a las directrices del Plan Regional de Ordenación del Territorio y a otros instrumentos territoriales, y justificarse en previsiones reales de crecimiento poblacional, una vez se hayan agotado los recursos infrautilizados de la ciudad existente. “Tanto el stock de vivienda existente como la de nueva construcción se orientarán al alquiler social dentro de un Plan autonómico, que garantice el derecho constitucional a la vivienda en términos similares al aprobado en Andalucía” afirma Boix.
Izquierda Unida propone un gran acuerdo social, que de voz a jóvenes y mujeres, para cambiar la concepción de la ciudad como lugar para la especulación por el de espacio que provee bienes y servicios públicos para satisfacer necesidades sociales, con independencia de la condición personal y social o el lugar donde se viva. “En este sentido, nuestros presupuestos y planes participativos preverán suelos para equipamientos, espacios libres y vivienda protegida.” Todo ello, defienden desde la formación, con el fin de conseguir la triple sostenibilidad: económica, social y ambiental.
Finalmente, respecto al medio rural, Boix cree que no se ha conseguido el arraigo de la población por varias razones entre las que destaca el elevado precio del suelo agrícola. “Tal arraigo depende del empleo y de servicios públicos adecuados, para ello IU desarrollará el mencionado programa de trabajo garantizado, la ampliación de los servicios públicos y recuperación de los privatizados, así como la mejora de los transportes públicos, fundamentalmente el ferrocarril de cercanías.”