Miles de ciudadanas y ciudadanos sueñan con poder ver la Cueva de Altamira original, una reliquia única en el mundo. Y si ya le ponen “precio” mediante el sorteo de cinco entradas semanales entre las asistencias a la neocueva de los viernes es por, precisamente, tratar de conservar la cueva y contenidos, y no agravar la degradación a la que está sometida.
Si se hace por protegerla y porque los expertos dicen que no es posible ni viable para proteger su conservación aumentar el número de visitantes sin poner su existencia en riesgo, no entendemos como el señor Francisco Martín, Consejero de Industria, Innovación, Comercio y Turismo de Cantabria en una entrevista realizada ésta semana en Onda Cero Cantabria, ha soltado una “perla” en la que ha expuesto la posibilidad de crear un nuevo sorteo de “entradas VIP”. Según ha expuesto se llevaría a cabo entre los usuarios de distintos establecimientos turísticos de la región para que estos ofertasen a sus clientes unos “paquetes VIP” con estancia, comidas y entrada a la cueva original.
Fuera aparte de que no entendemos que criterios se tomarían en cuenta para decidir que establecimientos podrían ofertarlo y cuáles no, menos tratándose de un bien protegido como patrimonio de la humanidad, no concebimos cómo es posible que desde hace años se impida el acceso por motivos proteccionistas (entendemos que totalmente fundados y con base científica) y ahora se quiera vender de ésta manera, que aunque el señor Consejero quiera disfrazar como impulso del turismo y comercio en Cantabria, encontramos contiene dos partes ajenas contradictorias y negativas a todas luces. Por una parte, se estaría discriminando a determinadas empresas del sector turístico de nuestra región, dando la posibilidad de lucrarse a otras a través de éste reclamo. Por otro lado, se estaría poniendo en peligro la conservación, vulnerando las decisiones primigenias de rescindir la visitas a cinco semanales, toda vez que en su día se establecieron no al azar, sino después de tener en cuenta los niveles de degradación que supone el que permanezca en su interior cada unidad visitante.
Por ello, queremos hacer saber a la sociedad cántabra y del resto del mundo que Izquierda Unida estima que hay patrimonios a los que no se les puede poner precio, y menos aún “subastar al mejor postor”. Y que, de llevarse a cabo ésta propuesta por parte del ejecutivo regional, estarían dando a entender a la ciudadanía que realmente las visitas no deben estar ceñidas de forma obliga a cinco semanales, con lo cual en cierto modo llevarían “engañando” y privando de su visionado y disfrute a cientos de personas anualmente.
Y lo que es más grave aún a nuestro entender, que al presente Equipo de Gobierno no le importa la conservación de éste lugar único en el mundo, y pretender ignorar los estudios que se realizaron con ese fin, anteponiendo a ello el beneficio económico, (además selectivo), cuestión que bajo ningún concepto estimamos que se puede ni tan siquiera llegar a valorar poniendo en una balanza dicho beneficio económico o la perpetuación de la conservación de tal enclave.
Señor Consejero, aclare ésta propuesta, y sobre todo, decántese porque Cantabria pueda seguir contando por muchos años con un enclave tan exclusivo a nivel histórico y cultural en tierras de nuestra comunidad autónoma. Cuna del arte y conocimiento en nuestro malogrado planeta, no acabemos también con las grandes cosas que tenemos por la codicia del dinero.