- Argumentan que no se respeta el Catálogo de Protección de Patrimonio del PGOU de Bareyo
Izquierda Unida (IU) en Cantabria ve “posible prevaricación” en la intervención encargada al artista Okuda en el faro de Ajo por el Ayuntamiento de Bareyo y que cuenta con la colaboración del Gobierno de Cantabria y la Autoridad Portuaria de Santander (propietaria de la finca).
Según su coordinadora autonómica, Leticia Martínez, la propuesta que pretenden llevar estas administraciones de forma conjunta a cabo, “con independencia de quién sea el encargado de la obra y el caché del mismo, choca frontalmente con el sentido común de conservación patrimonial”.
Además, resalta que el faro del Cabo de Ajo está incluido dentro del Catálogo de Protección de Patrimonio Arquitectónico y Arqueológico del Plan General de Ordenación Urbana de Bareyo, en el cuál se describe el grado de protección del edificio.
Así, consideran que el edificio, catalogado como protección “integral” en el PGOU, no puede ser modificado con la técnica que se pretende, ya que “violaría” la normativa recogida en el Plan.
El PGOU recoge en el apartado de ‘Normas comunes a los distintos grados de protección’ que “las intervenciones respetarán los valores del edificio y la integridad de sus elementos de interés que hubieran motivado su protección”, algo que desde IU creen que no se respetaría.
También este apartado del PGOU de Bareyo, refiere que “en los materiales de acabado de fachadas, […] protegidos o que tengan interés, aparte de las obras de conservación, sólo se permite su reposición”, siendo ésta definida como la “sustitución de partes o elementos de un edificio por otros que tengan características similares a los originales”, cuestión que, “cualquiera puede deducir que no se respeta pues la intervención artística propuesta está a años luz de la concepción original del edificio”, señala Martínez.
El citado plan recoge que la protección integral considera que “los edificios deben conservar su estructura y disposición general, manteniendo íntegramente su aspecto exterior” o que sólo “se admiten obras de acondicionamiento parcial siempre que no afecten a los espacios o elementos arquitectónicos, escultóricos o decorativos más significativos, […] salvo que en la documentación que acompañe al proyecto se justifique su escaso valor de origen o a causa de modificaciones posteriores de menor interés”.
La formación de izquierdas entiende como un “despropósito” que se pretenda saltar por encima de la Ley de esta manera, “no sabemos muy bien con qué intención y beneficio para los vecinos”, ya que “se pervertiría la historia del propio emplazamiento y de su población”.
E inciden en que son muchos los puntos que se incumplen con respecto a la protección integral recogida en el catálogo: “los puntos 2, 3, 7, 8, 13 ó 15 están en serio compromiso con esta intervención”.
Destacan, por ejemplo, uno de los puntos que dice, literalmente, “7. No podrán realizarse obras que afecten al exterior de la edificación fuera de las de conservación y consolidación. Los materiales empleados en el revestimiento de fachadas, cubiertas y carpintería de los huecos deberán ser acordes con la condición de elemento catalogado del edificio, sus características compositivas y su historia. Las obras de modificación de los huecos de fachada o los elementos volados quedarán prohibidas salvo que se incluyan en un proceso de restauración”.
“Nos parece inaudito que uno de los pocos faros que hay en Cantabria, patrimonio de todos, se ponga a disposición de una manifestación artística que distorsionaría la propia historia”, defiende la dirigente de IU. “¿Están dispuestos a contravenir las normas urbanísticas el Ayuntamiento, la autoridad portuaria y el gobierno de Cantabria de la mano?”, inquiere a las administraciones involucradas.
“Hay múltiples espacios degradados o con menor peso patrimonial e histórico disponibles para que cualquier artista despliegue su arte y cualquier administración alberge expresiones culturales”, sentenciaba.