Su ausencia de comunicación con la comunidad educativa dilapida cientos de miles de euros en un programa con muy poca demanda real.
El empecinamiento de Miguel Ángel Serna en imponer programas estrella innecesarios para la comunidad educativa no tiene límites.
Si ya fueron polémicos programas como la FP básica o los Planes bilingües, que presentaron una demanda muy inferior a la prevista unilateralmente por la consejería, el reciente de Becarios de Iniciación a la Profesión Docente (BIP) va camino de llevarse la palma. A la ocurrencia inicial le sigue la improvisación más burda.
Ante la oportunidad que la falta de apoyo le brindaba, el consejero, en lugar de recapacitar y plantearse una vuelta atrás, decide aumentar el despropósito y prorrogar a octubre la medida. Decidido a no consensuar con los agentes educativos, dedicará más de un millón de euros al plan.
Izquierda Unida sospecha que ante la escasa demanda por parte de becarios y tutores, la Consejería iniciará una campaña de ‘sensibilización’ persuasiva por los centros de Cantabria.
La formación lamenta que el consejero hable de línea ideológica y de responsabilidad de gobernar cuando ni siquiera es capaz de presentarse a las reuniones con los interlocutores válidos y con los verdaderos profesionales de la educación. Si su forma de entender el gobierno es dar la espalda a los especialistas y lanzar planes populistas de escasa utilidad real, en lugar de desinstalar la precariedad que él mismo ha llevado a los centros, debería haber dimitido hace meses.
Miguel Ángel Serna ignora las necesidades de los centros, repetidas continuamente por los agentes educativos en pleno. Pero también torpedea a los maestros que tratan de acceder a la función docente.
A juicio de Izquierda Unida de Cantabria, para potenciar la entrada al mundo laboral del nuevo profesorado, la Consejería de Educación podría agilizar las sustituciones en los centros, volver las ratios a números adecuados, completar las jornadas docentes, reincorporar a las plantillas los apoyos eliminados, etc.
IU exige aumentar el número de plazas a cuerpos docentes para eliminar la precariedad. Que sean realistas con las necesidades. Que su gobierno estatal elimine las tasas de reposición.
El programa BIP es innecesario en la actual coyuntura de la educación en Cantabria. Toda la comunidad educativa es consciente de ello. El gobierno del Consejero Serna también. Lo sensato sería dar marcha atrás inmediatamente y abrir los cauces de comunicación con los interlocutores.