Su portavoz considera que el alcalde se burla de los Santanderinos, y pide una plan de gestión pública de los Centros Cívicos municipales.
Miguel Saro, portavoz de la organización en Santander, ha calificado como “burla autocomplaciente” la propuesta del alcalde de Santander de crear una “milla cultural” sobre el eje del Centro Botín, el edificio de Correos y el Banco de España, “cuando el ayuntamiento no tiene recursos ni para garantizar la prestación de los servicios públicos más básicos a los ciudadanos”. Para Saro, el Sr. De la Serna recurre a su habitual retórica publicitaria de autobombo al hablar de proyectos inexistentes que tan solo podrían desarrollarse con base a fondos privados, mientras desatiende las necesidades de dotaciones culturales de muchos barrios.
Saro pide al ayuntamiento “que dote de recursos y medios a los centro cívicos municipales, levantados en gran medida gracias a la fiebre constructora desatada por el plan de estímulo de la economía del Gobierno Zapatero, que tan solo sirvió en su día para que los alcaldes cortaran innumerables cintas de inauguración antes de las elecciones locales del pasado año”. Sin embargo en Santander, ha añadido Saro, dichos centros cívicos carecen de un modelo de gestión cultural pública, por lo que en muchas ocasiones son cedidos por el ayuntamiento a instituciones privadas para que los gestionen, con desiguales resultados y nulo beneficio social.
Para Izquierda Unida, este hecho demuestra en qué consiste la política cultural municipal: inauguraciones antes de las elecciones y bonitos reportajes fotográficos a mayor gloria de nuestro alcalde y su equipo de gobierno, pero sin ninguna gestión pública detrás.
Saro ha denunciado que el alcalde pretende basar toda la política cultural municipal en un modelo exclusivo de inversión privadas de grandes empresas al calor de la prevista reforma legal del Partido Popular, que pretende duplicar la desgravación fiscal de empresas por el patrocinio cultural y que disfrutarían, además, de la cesión de los mejores espacios públicos de Santander, en un proceso que ya se ha iniciado con el Centro Botín en el muelle de Albareda.
Desde Izquierda Unida se propone un modelo de cultura para Santander público y de calidad, accesible a todos los ciudadanos, que no descanse exclusivamente en los beneficios fiscales que pueden obtener del patrocinio cultural los grandes oligopolios financieros y energéticos, que exprimen en su actividad empresarial a los ciudadanos de la ciudad.