IU ha aprobado en el Consejo Político Regional celebrado hoy la dirección colegiada que guiará a la organización hasta después de las elecciones generales.
Conformada con un consenso unánime, sus miembros son Bruno Torre, Leticia Martínez, Rubén Vicente, Sergio Tamayo, Miguel Saro y Antonio Hontañón.
Izquierda Unida de Cantabria ha aprobado en la mañana de hoy, 18 de julio, la dirección colegiada que guiará su destino hasta después de las elecciones generales, momento en el que se convocará una Asamblea Regional de la que deberán salir los órganos que dirijan a la organización los próximos cuatro años.
La propuesta aprobada, única presentada, se ha realizado con el consenso de toda la organización, tras los debates que se han llevado a cabo en las diferentes asambleas locales. Prueba del consenso imperante es que el conjunto de los asistentes al CPR han votado de manera favorable, salvo dos abstenciones.
Con ese respaldo, forman parte de la dirección colegiada de IU de Cantabria Bruno Torre, que continua como secretario de Organización; Leticia Martínez, concejala en El Astillero, que se hace cargo de la secretaría de Finanzas; el edil de Piélagos Rubén Vicente, como secretario de Comunicación; Sergio Tamayo, que asume la secretaría de Convergencia; Miguel Saro, concejal en Santander y nuevo secretario de Política Institucional; y Antonio Hontañón, que toma las riendas de la secretaría de Argumentario Político.
La nueva dirección colegiada de IU, elegida tras la dimisión de Jorge Crespo como coordinador regional, se reunirá este mismo lunes para empezar a organizar el trabajo y conformar los equipos que rodeen a cada responsable.
Siempre he estado en asambleas.Todos estos años tan agitados,que nos abrieron perspectivas,parece que han declinado y se ha tomado el asalto de todas estas posibilidades de hacer política de una vez en este país,que no lo es pues le falta un sentido,definido en un proyecto,bloqueando la libertad mediante la perversión lingüística en la que se han encarnado todas estas esperanzas y actos,sustituyendo a las personas de nuevo por instituciones congeladas,que han decidido resolver la vida en un puñado solvente de conceptos de los que se adueña un grupo que decide jerárquicamente lo válido,estructurando en una normalización las pretensiones populares y encauzándolas en un sentido del que no forman parte ninguno de los ciudadanos que se han expresado en la calle.La lejanía de los partidos y su desconocimiento,aumentaron mi esperanza en ellos.Pasado el tiempo y habiéndome acercado a las personas que componen las direcciones y su forma de entender las cosas,he concluido que siempre la formalización en partidos se refiere únicamente a cuotas de poder que sirven únicamente para el establecimiento personal de unos pocos,de los que los demás somos sirvientes.Por eso he decidido seguir adelante con los movimientos que surjan,pero continuaré muy desilusionada por la manipulación y utilización que se hace del trabajo de los demás que no se atan a la rueda del poder,resultando que los menos aptos se apoderan muy fácilmente de las necesidades de los otros,dirigiéndolas e imponiendo criterios inadecuados,poco informados,cuyos métodos de participación,educación en la calle solo sirven para anular esos brotes de inteligencia rebelde que surgen espontáneamente en los grupos de calle.Se hace un trabajo mínimo propagandístico,muy selectivo,que no recogen los propósitos de iniciar en la autogestión de las personas de sus problemas,aumentando así la tecnocracia como medio de actuar políticamente.