Izquierda Unida (IU) de Santander ha criticado la falta de transparencia en la concesión de la gestión y explotación de los aparcamientos subterráneos en Santander. “Lo único que es fácilmente accesible son las tarifas, sobre las que hay un consenso popular sobre lo caras que son, y que, además, aumentan cada año”, ha apuntado el concejal de la coalición, Keruin Martínez, que ha criticado que los contratos de concesión tienen “una duración demasiado larga”, algunos sobre los 50 años, además de una documentación “poco accesible y transparente”, especialmente respecto a los ingresos anuales que percibe el Consistorio por estas concesiones.

“Vamos a realizar una batería de preguntas para el próximo pleno municipal para saber por qué en los presupuestos anuales solo se conoce la previsión de ingresos de una pequeña parte de estas instalaciones, y sobre los contratos y márgenes de beneficio que se recogen en las empresas adjudicatarias”, ha adelantado.

Martínez ha criticado que este servicio privatizado es “la opción que se quiere imponer como única para que los vecinos estacionen su vehículo”. “Mientras, siguen retrasando la creación de aparcamientos disuasorios que disminuyan la saturación del tráfico, eluden alternativas que damos como la utilización de solares vacíos para la creación de aparcamiento gratuito o la construcción de aparcamiento en altura en algunas zonas de la ciudad, y no luchan en ningún momento por la mejora efectiva del transporte público como alternativa al vehículo privado y que contribuya a mejorar la conexión con otros municipios del entorno, como sería promover la creación de un Consorcio de Transportes para, al menos, el arco de la bahía”.

Tras un repaso de los precios de los aparcamientos subterráneos en Santander, Izquierda Unida ha constatado que el precio medio es de entre 3,40 a 3,80 euros cada dos horas, “aunque algunos tienen un coste bastante superior, como es el caso de Machichaco/Cachavas, o Alfonso XIII”. “Quieren seguir imponiendo el coche como el único medio efectivo de llegar a Santander, pero reducen plazas públicas e imponen como la única opción los aparcamientos privatizados, que, además, la mitad del año se saturan”. “Además, algunas de estas instalaciones son antiguas, precisan renovaciones y actualizaciones urgentes, y es un consenso que el precio es muy alto y no justifica la calidad del servicio que reciben los usuarios”.

El objetivo de esta batería de preguntas es “poner luz y taquígrafos” a un servicio que “ofrece grandes márgenes de beneficios a unos pocos y sobre el que la información que recibe la ciudadanía es insuficiente”, a costa de “mantener una movilidad cada vez más saturada y paralizante” y “sin alternativas realistas para una mayoría de vecinos que tienen imposible aparcar cuando vuelven del trabajo, porque la eliminación de plazas continúa sin que haya una alternativa”.

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Keruin Martínez, concejal de Izquierda Unida en Santander: