Miguel Saro propone un plan de movilidad que solucione los problemas de tráfico en Santander con aparcamientos disuasorios y movilidad sostestible
“La movilidad sostenible debe ser algo real, no una pose o algo decorativo”, asegura Miguel Saro, candidato a la Alcaldía de Santander por Izquierda Unida. Hasta Mariano Rajoy se ha subido a una bicicleta en campaña electoral, aunque evidenció que hacía muchos años que no pedaleaba y denotó cierta torpeza manejando el manillar. Miguel Saro se desplaza a diario por el centro de la capital cántabra con este medio de transporte y por tanto, sabe bien de lo que habla. “Santander es una ciudad en la que se puede andar en bicicleta siempre y cuando no abandones la calzada y vayas con el resto de los vehículos a motor porque los carriles específicos para las bicicletas están tan mal diseñados que son peligrosos y tienen muchos puntos negros de seguridad”, asevera.
Los carriles bici de la capital son discontinuos y solamente en algunos tramos de las zonas más turísticas son aprovechables. La última chapuza ha sido el tramo de salida de la ciudad, que se corta 20 metros poco después de La Marga, obligando al ciclista a poner pie a tierra. “Para un usuario de fin de semana, que igual antes usaba el tren para salir con la bici de la ciudad, está bien, pero esto no sirve para mejorar la movilidad del centro.
Además, era mejor haber utilizado la salida por los terrenos del Puerto y Raos. Los que vamos a trabajar en bicicleta necesitamos un carril bici por el centro y que los carriles que existen estén conectados. Ahora mismo son inservibles para una persona que no tenga mucha experiencia con la bicicleta”, explica.
“El carril bici tiene que ser algo esencial para los santanderinos, lo es en muchas ciudades europeas con peor clima o una orografía más escarpada. Los estudios demuestran que la bici es más efectiva que el automóvil en trayectos de menos de cinco kilómetros de longitud y prácticamente igual en trayectos de hasta ocho kilómetros”, aclara el abogado.
Uno de los ejes del programa de Izquierda Unida para Santander es un plan de movilidad serio. Un plan que, en parte, ya existe desde 2010 y que realizó la Universidad de Cantabria y usuarios por encargo del Ayuntamiento de Santander, pero al que nadie hace caso. “El Partido Popular alardeó de ese plan de movilidad que se ha dedicado a incumplir sistemáticamente. Al final, la política de Íñigo de la Serna en este aspecto casi se limita a extender la OLA por toda la ciudad con afán recaudatorio y para favorecer a los aparcamientos subterráneos, incluso donde no existe demanda. La OLA ha perdido su sentido en la mayor parte de las zonas y lo que hace es perjudicar mucho al comercio minorista”, reflexiona el candidato de la formación de izquierdas.
“En nuestro programa incluimos la limitación de velocidad a 30 Km/h. en varias zonas de la ciudad, seguir con la peatonalización, facilitar el uso de la bicicleta, fomentar el uso del transporte público con una reforma de la red del TUS para que las líneas no sean tan extensas y tengan más conexiones con las líneas periféricas…
En definitiva, una red menos colapsada porque en algunos puntos paran veinte líneas de autobús y en otros dos cada cuarenta minutos”, desgrana Saro. La movilidad sostenible debe incentivar que se evite el uso del coche de manera individual y por eso se debe contar con una buena red de transporte público y aparcamientos disuasorios en las afueras para llegar al centro con autobuses lanzadera. “Lo que estamos viendo es que se convierten en aparcamiento disuasorios zonas que no lo son, con los inconvenientes que esto conlleva. La S-20, Reina Victoria, El Sardinero, el Polígono de Candina o el Barrio Pesquero han terminado siendo aparcamientos disuasorios. Existen todavía algunas áreas para instalarlos, como detrás del Complejo de La Albericia o en terrenos del Puerto, que se deben solicitar”, expone Saro.
También se debe trabajar en evitar los desplazamientos facilitando las gestiones municipales telemáticas a los ciudadanos o abriendo oficinas municipales en los barrios más alejados o poblados.