El candidato de Izquierda Unida considera que “se debe apretar a las empresas concesionarias para que solucionen los problemas con el servicio de recogida de basuras y de alcantarillado”
Miguel Saro, candidato a la Alcaldía de Santander por Izquierda Unida, se ha reunido con miembros de la Asociación de vecinos Los Arenales para hablar de los problemas y posibles soluciones de uno de los barrios más importantes y poblados de la ciudad, que abarca toda la zona de Castilla-Hermida y unos 14.000 habitantes. “Es un área que ha estado muy desatendida por el Ayuntamiento y que tiene una geografía peculiar, ya que se encuentra encajonada por el mar y el desnivel de la ciudad. La conexión con la zona del Alta era una infraestructura necesaria, pero desde luego en la infografía parecía más bonita. La realidad nos ha dejado una especie de torre de asedio de hormigón o un zigurat homenaje a la cultura asiria… Mejora lo anterior, pero no es lo ideal. La zona debería desarrollar un plan de movilidad adecuado, aumentando la frecuencia de los autobuses y solucionando el problema de las zonas límite con la OLA. Deberían permitir que los pequeños negocios y los vecinos tengan más tarjetas de residentes si lo necesitan y es necesario un gran aparcamiento disuasorio”, explicó el coordinador de Izquierda Unida en la capital.
Miguel Saro considera que como la reordenación y soterramiento del espacio ferroviario no será una realidad a corto y medio plazo se deben aprovechar esos terrenos para dotar de instalaciones de ocio y esparcimiento al barrio. “Es una zona con una relación de servicios municipales por habitante muy pobre y pagan los mismos impuestos que en El Sardinero. Sufren un agravio comparativo”, dijo. El candidato explicó a los miembros de la asociación sus ideas de un IBI progresivo, los presupuestos participativos y la idea de potenciar con ellos las asociaciones vecinales y los consejos de distrito. Este colectivo teme que un posible traslado al nuevo centro cívico de la calle Antonio López de todas las asociaciones termine con ellas. “Restará autonomía, identidad, cercanía y peores horarios, ya que seguramente no puedan abrir en domingo. No creo que sea buena idea”, indicó Saro.
Otros de los problemas que más preocupan en el barrio son el alcantarillado anticuado, la recogida de basuras y los malos olores. “En Izquierda Unida creemos en la gestión pública y a las empresas concesionarias que no estén cumpliendo se les debe exigir que sean más eficaces o rescindirles los contratos”, aseguró.