El señor Diego, presidente del Gobierno Regional de Cantabria, prometió dimitir si se privatizaba algún servicio en Valdecilla que no estuviera privatizado con anterioridad. El servicio de informática era público, antes de la adjudicación a Ferrovial del contrato de colaboración público-privado, y se ha privatizado después de la misma.
Además de esto, los servicios de informática de los hospitales comarcales y de atención primaria se han centralizado en Valdecilla, con lo que se han privatizado también.
Esto significa que todos los datos clínicos de los pacientes de Cantabria estarán en Valdecilla, en el centro de proceso de datos de la empresa adjudicataria y de las subcontrataciones que se den, gestionados, administrados y controlados por empresas privadas.
Veamos sus implicaciones tiene varias:
1- Los datos clínicos de los pacientes son de una extremada sensibilidad y poseen un gran valor.
2- Una empresa privada, con intereses privados, va a ser la que controle el acceso a datos y aplicaciones, gestionarlos y administrarlos de la manera que estime adecuado. Ella será la que determine las medidas de seguridad, la que ceda o no los datos y la que controle el acceso a los mismos.
3- Aún cuando se firmen cláusulas de confidencialidad, para un administrador de datos es fácil borrar rastros. Para un gestor de un hospital, profano informático, es imposible controlar y auditar que hace un administrador de una base de datos con los datos contenidos en ella.
4- La información médica,epidemiológica,farmacológica,resultados de tratamientos realizados es de un valor incalculable para empresas sanitarias, aseguradoras y farmacéuticas. Hay que valorar también en que lugar queda la intimidad de los pacientes y el secreto profesional.
Para la realización de este proceso, se han argumentado varias ventajas:
– Una de ellas es la reducción de costes, veamos pues si esto es real:
El contrato de colaboración público privada se ha adjudicado a Ferrovial, que a su vez ha subcontratado con telefónica, realizando ambas empresas labores de dirección de proyecto, coordinación y administrativas, telefónica a su vez ha subcontratado con varias PYMES que serán las que realicen el trabajo efectivo y desempeñen trabajos de coordinación y trabajo informático como tal.
A los informáticos, que ya estaban trabajando en el SCS (unos 40 trabajadores), se les deja sin contenido, es decir se paga dos veces por el mismo servicio. Estos informáticos accedieron en el año 2011 a su plaza en propiedad mediante oposición.
Otra supuesta ventaja es la estandarización de procesos, nadie puede estar en contra de este punto, pero se puede conseguir sin el proceso centralizador, diferentes hospitales, diferentes bases de datos, mismos programas y mismos procesos.
– La tercera ventaja aducida es que todos los profesionales puedan acceder a los datos independientemente de su ubicación, el hecho de compartir información y que esta sea accesible, es absolutamente independiente de la ubicación de la misma, al igual que la digitalización de las historias clínicas que tampoco tiene nada que ver con que las historias este centralizadas o no y pertenezcan a una empresa pública o privada.
A cambio, además, la centralización hará perder autonomía a los hospitales comarcales y añadirá burocracia.
Una caída de la red general de comunicaciones paralizará todo el Servicio Cántabro de Salud, mientras que en un modelo descentralizado como el actual, una caída de la red sólo incapacitaría la interconexión entre los centros pero permitiría continuar con la asistencia sanitaria.
Desde la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Cantabria, apostamos por un modelo de informática hospitalaria público y descentralizado, donde cada hospital tenga cierto grado de autonomía, permitiendo así una proximidad e inmediatez entre el informático y el resto del personal, donde no se dupliquen tareas, las responsabilidades estén claras y donde el conocimiento quede en el personal funcionario que será el que permanecerá en diferentes legislaturas políticas. En este modelo, todos los centros compartirían los mismos aplicativos, en los casos en los que utilizar el mismo programa fuera imposible, existen múltiples soluciones en uso para solventar el problema.
Finalmente, destacar que en otras comunidades autónomas, se ha realizado la privatización y centralización de la informática como fase previa a la privatización de servicios clínicos, los primeros en centralizarse y luego privatizarse, los servicios centrales. Pensamos que el Gobierno de Cantabria ya tiene una hoja de ruta trazada para la privatización completa de todo el Servicio Cántabro de Salud y este es un paso trascendental para este proceso, la cesión del control de la información por parte del Servicio Cántabro de Salud a la empresa adjudicataria.
Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Cantabria
Angeles Mendez Batán y Mercedes Boix Rovira